quinta-feira, 13 de novembro de 2008

Pelagra na Europa


O artigo está em espanhol, aqui será postado apenas a parte que explana sobre a pelagra, porém os interessados em lê-lo todo, o link é este:




O artigo conta um pouco da biografia de Gaspar Casal, o primeiro a descrever a pelagra no mundo, onde nasceu, sua trajetória acadêmica, sua entrada no reino de Fernando VI (onde trabalhou como médico). Seus relatos e descobertas foram reunidos em diversas obras, porém a que contém a descrição da pelagra é "Historia physico-médica de el Principado de Asturias", na qual, a deficiência em vitamina B3 recebe o nome de " mal da rosa".


"El cuarto texto, titulado Historia affectionum quarundam regionis hujus familiarum, se ocupa de las enfermedades que consideraba más propiamente «endémicas» de Asturias: la sarna, la lepra, el «mal de la rosa» y el «asma seco hidropiforme de los pulmones». Es la parte más importante y conocida de su obra, principalmente porque contiene la primera descripción nosográfica del «mal de la rosa» o pelagra y, con ella, el punto de partida del estudio clínico de las enfermedades carenciales: «Habiendo observado cuidadosamente, en luengos años de práctica, todos los síntomas peculiares de esta enfermedad, y habiéndome percatado de que, de todas las afecciones corrientes en este país, no hay otra que la gane a horrible y contumaz, juzgué que no sería inoportuno que escribiese su historia. Aunque los síntomas de esta enfermedad sean diversos y suficientemente terribles, como se verá de lo que diremos más arriba, ello no obstante, su nombre vulgar proviene tan sólo de uno de ellos, y este síntoma consiste en una espantosa costra que, si recién salida no produce en la parte afectada más que rojez y aspereza, a la larga degenera en forma de costra muy seca, escabrosa, negruzca, entrecortada por frecuentes y profundas fisuras que, penetrando hasta la carne viva, producen gran dolor, quemazón y molestia. Para que esta costra maligna reciba el nombre de «mal de la rosa» es condición tan precisa que se halle adherida a los metacarpos o metatarsos de manos o pies que a dolencia alguna de cualquier género, figura o condición, se ha aplicado tal nombre en este país, a no ser que en las indicadas partes hubiese aparecido aquella costra. De suerte que, si en las plantas de los pies o en las plantas de las manos, en los codos, brazos, cabeza, cara, vientre, muslos o piernas, apareciese y persistiese rojez, aspereza, costra y aun erisipela (llamada «rosa» en otras regiones), a pesar de que a estos indicios se uniesen todos los síntomas que acompañan al «mal de la rosa», no recibirían, con todo ello, el nombre de «mal de la rosa» si las susodichas costras no hubiesen antes aparecido claramente en los metacarpos o los metatarsos. Importa, ahora, saber que las tales costras empiezan a manifestarse, las más veces, hacia el equinoccio de primavera, y raramente se manifiestan en las demás estaciones del año. Suelen desprenderse durante el verano, tal vez a causa de la humedad y del sudor, y entonces la parte afectada queda perfectamente limpia de toda pústula y costra, pero en el lugar que ellas ocupaban subsisten unos estigmas rojizos, característicamente lisos y brillantes, semejantes a las cicatrices que en pos de sí dejan las quemaduras, una vez curadas. De tal modo, que por más que el resto de la piel de los metacarpos y metatarsos sea áspera, arrugada y velluda, como acontece a menudo en las personas ancianas, aquella parte donde estaba la costra aparece limpia, tersa y sin arrugas, pero algo más rebajada o deprimida que la restante piel. Es verosímil que de este color rosado y esta brillantez de las cicatrices haya provenido la designación de «mal de la rosa». Esos estigmas, en personas fuertemente atacadas por el mal, persisten hasta el fin de la vida. Pero cada año, al llegar la primavera, la costra maligna, como la golondrina, vuelve a aparecer, porque es aniversaria. En aquellas personas en quien la enfermedad es reciente, las costras no son tan horrendas ni, después de haberse desprendido, dejan señal o cicatriz tan manifiesta. No siempre este mal alcanza a las dos manos; algunos enfermos presentan la costra sólo en una mano, otros en ambas, otros en ambas manos y en un solo pie, otros en ambas manos y ambos pies. No se propaga a las palmas ni a las plantas, sino que se mantiene en el dorso, ora de los pies, ora de las manos. Ocupa a veces todo el metacarpo o el metatarso, pero a veces se circunscribe a un espacio menor. Otro signo visible aparece en esta clase de enfermos, aunque no en todos, y es una aspereza costrosa de un color ceniciento oscuro en la parte antero-inferior del cuello que, a guisa de collar, se extiende de un lado a otro de la cerviz, sobre las clavículas del pecho y el mango o extremidad superior del esternón, de unos dos dedos de ancho, a manera de franja, y que, dejando a menudo intacta la parte posterior de la cerviz, alcanza tan sólo, en sus extremos, a los lados de ambos músculos trapecios, sin pasar más allá. En su parte central, un apéndice de igual anchura desciende sobre el esternón hasta la mitad del tórax, tal como en la figura se representa. Nunca pude hallar visible semejante indicio en persona alguna, sana o enferma, más que en sujetos aquejados del «mal de la rosa», de lo cual infiero que se da únicamente en ellos, aunque no en todos». Entre las aportaciones españolas a la medicina internacional es una de las que han obtenido un reconocimiento más generalizado. A partir de 1751 empezó a difundirla al resto de Europa François Thiéry, médico de cámara de Luis XIV de Francia, que había conocido a Casal en Madrid."


Baseando-se no artigo, conclui-se que apesar de Casal ter descrito os sintomas ( pele áspera, vermelhidão, dor, ardência, desconforto...), o médico não associou a enfermidade à deficiência de vitamina B3 ( niacina), mas sim às estações do ano e a pobreza e a ingestão de milho deteriorado. Ele relatava que a injúria só aparecia na primavera e quando tal estação terminava, a mesma desaparecia também. Sua descoberta contribuiu fortemente no campo científico anos mais tarde.

A figura mostra um dos sintomas, conhecido como "colar de Casal", pois a pele do pescoço apresenta um aspecto de crosta, de coloração vermelha, ou em estágios avançados, preta. Como o desenho é preto e branco as cores não são visíveis, mas o "colar" fica bem evidenciado.

Fonte: http://milksci.unizar.es/bioquimica/temas/vitamins/auxvitaminas/pelagra.gif

By: Ivana Melo


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